sono onorata e molto, molto felice
En este hueco negro más del negro
donde todo es primordial de sonido,
en esta nervadura dorsal
placenta y separación, me siento temblar,
el universo en mí tiene la áspera gracia
de un Maelström y tiempos largos
de un rumiante, el dolor es un relámpago,
la quejosa frecuencia de un bosón
*
un océano lactescente
desvanece las cimas otoñales
y la memoria de Dios en el hidrometeoro
suspendido sobre el mar, acá
nadie te vendrá a buscar,
solo una muchedumbre de miedos,
un eco de la vaguada que empeña
el camino de herradura y rocas.